Construir la réplica de una "Casa Argárica" fue un compromiso del “Proyecto Bastida-UAB” (Universidad Autónoma de Barcelona) debido a su doble utilidad, científica y turístico-cultural. Por un lado, su valor didáctico complementa la visita al yacimiento y permite comprender mejor cómo se vivía en la Edad del Bronce. Por otro lado, al tratarse de una obra de “arqueología experimental” permite conocer las peculiaridades y dificultades que entrañaba su construcción y mantenimiento utilizando técnicas y materiales prehistóricos (piedra, cal, tierra, cañizo, esparto y madera).
La “Casa Argárica” es un ejemplo de prehistoric living science. Esta metodología pionera, ensayada en Hattusa, la capital hitita, o en la experiencia Steinzeit, documentada por la principal televisión alemana (ARD), pretende aunar conocimiento y difusión de una manera innovadora: en nuestro caso, dar a conocer el modo de vida prehistórico con sus materiales propios, así como conocer el saber arquitectónico de aquellas gentes para adaptarse a las condiciones de su entorno.
Así, cuando hablamos de “réplica” (y no de una mera copia) de una construcción de hace 4.000 años, no se excluye que puedan surgir incidencias al haber empleado aquéllos materiales y técnicas. Estas incidencias permiten identificar sus causas para aprender de ellas y adoptar soluciones. Todas las incidencias menores registradas desde su construcción han sido debidamente atendidas, además de documentadas y estudiadas. Así es como funciona la experimentación científica, y así es como el conocimiento que de ella se deriva permite ilustrar y enriquecer una difusión de excelencia. Entendemos La Bastida como un parque arqueológico donde se genera conocimiento y se difundan contenidos de calidad; nunca como un parque temático donde se banalice el saber.
Una de esas incidencias menores ha sido la gotera que tanta atención ha recibido recientemente en los medios de comunicación. Esa celebridad merece, en primer lugar, que todo el mundo conozca la secuencia de los hechos:
(1) la gotera fue detectada el 6 de marzo de 2018;
(2) fue reparada el 12 del mismo mes;
(3) tres días después, el 15, Juan José Cánovas, Concejal de Yacimientos Arqueológicos del Ayuntamiento de Totana, denunció su existencia ante la sesión semanal de la Junta Local de Gobierno;
(4) el 21 de marzo, casi diez días después de ser reparada, el mismo Concejal inició una campaña de desprestigio en diferentes medios de comunicación.
Denunciar públicamente esta incidencia sin comprobar si ha sido ya solventada y sin consultar a quienes se responsabilizaron de la obra, denota que el Concejal busca, ante y por encima de todo, notoriedad personal. No es la primera vez que lo intenta, y mucho nos tememos que no será la última. Por su naturaleza de recurso museístico y científico, la “Casa Argárica” puede proporcionarle más excusas en el futuro, pese a que la experiencia indique que el Concejal no las necesita en su campaña de descrédito hacia el “Proyecto Bastida-UAB”.
Por razones que ignoramos, el Concejal de Yacimiento Arqueológicos concentra sus energías personales y su acción política en el desprestigio del “Proyecto Bastida-UAB” para que éste abandone Totana. Lo lamentamos profundamente y que, en estos momentos, se sirva para ello de la “Casa Argárica”.
Deseamos subrayar que la “Casa Argárica” es un recurso didáctico y científico ejemplar, generado gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Totana (vehiculando una subvención del Gobierno Regional), la Universidad Autónoma de Barcelona y el apoyo desinteresado y entusiasta de otras personas y entidades. Metafóricamente, la “Casa Argárica” ha sido un lugar de acogida, de aprendizaje y de cultura. Pese a los pintorescos intentos de desahucio, el compromiso firme del “Proyecto Bastida-UAB” es que lo siga siendo.